27 de octubre de 2015

Todo normal

Me vino. Una semana de atraso. Tuve un ciclo extrañamente largo. Pensé que ya estaba, que se me había ido para siempre, que nunca más volvería a sentir rugir a mis ovarios. Me equivoqué. Anoche rugieron. Como hace tiempo que estoy en reproducción asistida ya sé lo que es: son folículos formándose, la vida pujando por querer ser. Eso.
Me dio alegría aunque eran las tres de la mañana y quería dormir.
Me clavé un ibuprofeno. Todo se calmó y yo descansé.
Sigo trabajando como si no hubiera un mañana.
En una semana nos vamos a la sierra.  

21 de octubre de 2015

Y esto?

Estoy trabajando como una bestia en cuatro proyectos distintos, todos involucrando el cuerpo, dado que soy terapeuta corporal y docente.
Pero ahora tengo un atraso de 4 días en la menstruación.
Y no, no estoy embarazada. Es imposible. No hay chances, no hay forma de que me embarace de él. De su azoospermia no me puedo embarazar. Creo en los milagros pero no en esos milagros.
Las únicas veces que se me atrasó la colorada fue porque estaba embarazada. Soy una mujer de ciclos cortos, de 25 o 26 días. A lo sumo 28 días, como muuuuy largo.
Así que me pregunto... la puta madre... ¿y ahora qué?

14 de octubre de 2015

El rayo salvador

Cuando ellas hablan del inminente nacimiento de su bebé
a mí se me congela el alma. 
Es sólo un instante, 
un rayo que me atraviesa de cuajo
cortando partes mías. 
Las felicito, les pregunto sobre el embarazo,
me comparten su felicidad, sorpresa y temor.
Pero después... escuchando sus palabras
mi alma se congela. 
Tan inmersa estoy en mi trabajo, las pequeñas cosas de la vida y el tiempo veloz...
Tal vez haya que conectar más con el corazón
y dejar que el alma se exprese
que el rayo corte, parta, destruya, 
para que nazca lo nuevo en mí.

13 de octubre de 2015

¿A quien quiero engañar?

Hoy en una extensa reunión de trabajo un colega anunció que está por ser padre, que está por nacer su hijo. Hace un año exactamente este hombre pregonaba que no quería tener hijos. Lo de siempre (lo que más duele): embarazó a su pareja en un tiro y nueve meses después está por nacer su vástago.
Creo que se me congeló la mirada. No es que la noticia me haya tomado de sorpresa, no. Ya lo sabía e incluso lo había "felicitado". Bah, no. Mentira. No lo felicité. Le deseé buena suerte. Acto seguido recordé la frase de Holden Caulfield en The Catcher in the rye: desearle buena suerte a alguien es algo terrible.
En ese momento no me pasó gran cosa. Pero hoy sí. Lo más extraño fue sentir un dolor punzante en las entrañas. Un dolor terrible que de a poco se fue aquietando a medida que se iba diluyendo mi corazón. El dolor de haber perdido, de no haber podido llevar adelanto mis embarazos.
¿A quién quiero engañar? Por más satisfecha que me sienta con lo que estoy haciendo... ese dolor de que mis embrioncitos no estén conmigo, de no haber podido cobijarlos, está. Y hoy quiero sentirlo. Mirarlo, cara a cara.

8 de octubre de 2015

Para Meri con amor

Hermosa mía,
¿Tu bebé no se da vuelta?
En acupuntura y en shiatsu utilizamos para ello el punto del meridiano de vejiga 67.  Es el último punto de un meridiano muy largo que recorre toda la parte posterior del cuerpo y termina en el dedo chiquitito del pie. Justo en el final de su recorrido tenemos este punto.
Y ¿dónde está exactamente este punto?
Pues aquí:


Este punto se puede tocar haciendo presión con los dedos a partir del séptimo mes. También hay quienes aplican agujas de acupuntura o moxibustión. Pero si no te es posible consultar con un terapeuta, vos misma podés tocarlo, o bien, pedirle a tu pareja que lo toque.
En China, en los hospitales, a las parturientas les colocan agujas de acupuntura en ese punto para que el bebé se da vuelta.
Científicamente, ni la acupuntura ni la digitopuntura están "comprobadas".
¡Pero doy fe de que funciona!
Abrazos preciosa.

4 de octubre de 2015

Actualización

Es clarísimo que no voy a hacer un nuevo intento este año.
A "clarísimo" se lo llevaron preso, ejem.
Soy consciente de que mi cuerpo me pide otras cosas y no es justamente someterme a un bombardeo hormonal que nunca sé en qué va a terminar. Literalmente no pude más y tiré la toalla. Se sintió bien. Muy bien. Se sintió maravilloso olvidarme de todo "el asuntito" de si me venía la menstruación, de cómo me venía, de si ovulaba, no ovulaba, de si el ciclo era corto, largo, de si me dolía, etc. Todo eso pasó a un segundo plano. Las menstruaciones se fueron sucediendo unas tras otras y yo empecé a sentirme bien, empecé a disfrutar, a reconocerme, a buscarme, ¡a amarme! Fue un alivio saber que mi vida estaba allí, tal como la dejé, para que yo la hiciera mía de una vez por todas. Me di el lujo de trabajar como una bestia en algo que amo y en brindarme a cuanto ser podía sin sentirme culpable.
Pero hace unos días me empezó a picar un bichito. Estoy pensando en pedirme un nuevo turno con doc y hacerme los estudios que me dijo hace unos meses. Sí, mujeres, ése mismo, el de las famosas trombofilias. A ver, según la explicación médica, no hay modo de que mis embris se hayan perdido por una trombofilia ya que ninguno de ellos llegó a tener un corazón que latiera. Es decir, todo apunta más a un problema con mis óvulos que a otra cosa pero, según mi doc, si en el futuro consigo mi ansiado embarazo mejor saberlo ya.
Luego de unos meses de descanso de la clínica de fertilidad, extracciones de sangre, agujas, pinchazos, abrirse de piernas ante el ecógrafo, controles, etc, creo que puedo enfrentarme a un nuevo estudio sin echarme a llorar.
Vamos, que he pasado por cosas peores.
Si logro pedirme un turno y presentarme ante el doc con una sonrisa significa que volví a tener fuerzas para encarar algo. No sé bien qué pero "algo" suena mejor que "nada".
Por otro lado, no sé en qué quedó el trámite de  la obra social, ni idea de si me van a cubrir una tercer FIV-ICSI. Ni idea de si voy a encarar una nueva FIV-ICSI o si me voy a ir directo a OVO. Ni idea de si me voy a salir de este mundo de la Reproducción Asistida para no volver más o QUÉ. Sólo sé que no sé nada. Lo que sí quiero saber es si ese estudio de las trombofilias me da bien.
Y al carajo con lo demás, por ahora.