31 de diciembre de 2014

Deseo


¡Que en este 2015 florezcan los positivos, las betas altas, las ecografías lindas, los embriones recontragarrados, gorditos y resplandecientes!
¡Viva la vida!

28 de diciembre de 2014

25 de diciembre de 2014

Tesón

En Nochebuena, antes de brindar, le pregunté si había algo bueno por lo que brindar en este año (de mierda) que ya termina.
Y él me respondió:
-Sí, descubrimos que tenemos tesón.
Acabo de buscar la palabra "tesón" en el diccionario. Y dice: "firmeza". "constancia", "empeño", "perseverancia".
O sea que lo bueno de este año, nos llevará a cumplir nuestro deseo mayor.

23 de diciembre de 2014

Debe y haber

Yo, que antes de empezar los tratamientos de fertilidad no tomaba ni una aspirina, en estos dos años gracias a las inseminaciones y a la in vitro llevo en mi haber:
-Puregon 300: Para cada inseminación (fueron 4) me clavé dosis diarias de 75 UI y para la FIV- ICSI: 225 UI diarias.
-Menopur 75mg: 9 frasquitos ampolla (in vitro).
-Pregnyl o Gonacor: Por cada inseminación me clavé 2 inyecciones de este producto de 5000. Para la in vitro: lo mismo.
-Utrogestan: ¡ya somos íntimos! 200 mg por día para cada betaespera de las inseminaciones y 600 mg para la betaespera de la in vitro + transferencia de embriones congelados.   
-Orgalutrán: 5 inyecciones para evitar la ovulación espontánea en la in vitro.
-Progynova: 4 pastillitas diarias durante todo lo que duró el ciclo de transferencia de embriones congelados.
-Anticonceptivos: Ya ni me acuerdo. Los tomé para calmar mis ovarios locos que no sabían qué hacer con los folis residuales. También para el ciclo anterior a la in vitro (protocolo de la in vitro).
Ácido fólico 1 mg: uno por día en todos los intentos.  
Y además:
-Anestesia para la punción + antibióticos (por las dudas) + ibuprofeno (para el dolor)
-Nueva toma de antibióticos para la transferencia de embriones congelados. 

Y ahora entiendo por qué ando diciendo: ay, no sé qué me pasa, me siento como intoxicada.
¿Jaja?
La puta madre.

20 de diciembre de 2014

Bodhi

Hoy vino mi amiga Bodhi que comienza dentro de poco su primer intento por reproducción asistida. ¿Será verdad ese dicho que dice "Dios los cría y el viento los amontona"?
Desde muy chica, Bodhi supo que tenía endometriosis y pasó por dos laparoscopías. Siempre tuvo miedo a no poder quedar embarazada pero desde siempre supo que ese era su mayor deseo. Los médicos le sugirieron que tomara anticonceptivos para mantener a raya los quistes de la endometriosis y así mantenerla "limpia" para cuando quisiera buscar un bebé. Y así lo hizo. Pero cuando se puso a buscar y dejó las pastillas se presentaron otros problemas de índole hormonal. FSH muy elevada y una prolactina por las nubes.
Hizo su periplo de averiguaciones pero en el medio la vida le pasó por encima: cambió dos veces de trabajo, tuvo tres mudanzas y su situación económica se tornó castastrófica. Aún así, Bodhi es de las que no se dejan vencer y se las arregló para salir adelante.
Luego de entrevistarse con un par de médicos y de hacerse varias veces los análisis de sangre las hormonas parece que están volviendo a su lugar. Le propusieron comenzar con una inseminación para ver cómo responden sus ovarios.
Hoy se enfrenta a su primer intento. Sus primeros pinchazos, pagar un platal a cambio de un cartuchito de Puregon, la ansiedad de no saber si en las ecografías todo irá bien.
Cuando me habló por teléfono con la voz temblorosa por la emoción me preguntó si yo tenía idea cuánto estaba saliendo el Puregon.
-Es muy caro, ¿no?
Enseguida pensé en la medicación que nos había sobrado de la última FIV-ICSI. Puchitos de Puregon, un vial de Menopur...
-Yo tengo Puregon en casa. Apuesto que de todos los puchitos que tengo de Puregon hay las 300 UI que necesitás.
Dar esa medicación fue lo mejor que pude hacer para cerrar este año frustrante y difícil. Y que esa medicación sea además para que Bodhi cierre su año, me hace más feliz.

Mucha suerte, hermosa en esta búsqueda. Ojalá el camino sea corto y el bebé aterrice pronto en tu panza. 

12 de diciembre de 2014

Lidiar con los otros

Después del negativo HAY que lidiar con el otro.
El otro puede ser un amigo que no sabe cómo actuar, familiares que te quieren ver bien y balbucean posibles soluciones. El otro puede ser incluso tu psicóloga que sabrá mucho de psicoanálisis pero no sabe un pedo de infertilidad (y me hace comentarios que me enervan).
Pero hay consejos que vienen de buena fe. A los otros ni los escucho. Ya estoy inmunizada contra la estupidez y la maldad humana.
Tengo una amiga con un corazón inmenso que me dice: "No es tiempo de resolver nada ahora, es tiempo de que los otros te escuchen y te contengan. Vos escuchate a vos. Los demás son de palo".
Ajá. Bien, gracias. 
Por el contrario, ayer mi psicóloga, en mi sesión semana (que pago un dineral), me dice:
-Estás vestida de negro, tenés el pelo llovido, parecés enferma, ¡tenés que tomar cartas en el asunto!
A lo que yo contesté:
-Escuchame, vos no tenés ni idea de lo que es pasar por esto. Metete a Lacan en el culo. ¡No pasó ni una semana del negativo! ¿Qué debería estar haciendo? ¡Estoy acá, todavía menstruando mi fracaso ¿y vos me decís que "tome cartas sobre el asunto"?!
Me han dicho que por qué no cambio de médico. Como si la culpa la tuviera el médico. Claro que es más fácil si encontramos un chivo expiatorio para todo este camino de obstáculos.Porque, claro... "seguro el médico hizo algo mal. Seguro le pifió en algo". "Tal vez hay algo que este médico no vio". "Tal vez hay decisiones que no supo tomar bien". "Tal vez otros ojos vean mejor".
"Tal vez...."
Y también tengo que escuchar cosas como:
"Fulanita no se quedaba, cambió de médico y se quedó".
¿Y cuál era el problema de Fulanita? Infertilidad de origen desconocido. Todo le daba bien. Hizo algunos intentos. No quedaba. Cambió de médico. Le dieron una pastillita nosésunombre y se quedó de forma natural.
A ver, ¿qué tiene que ver ESO con NOSOTROS?
¡NOSOTROS NO NOS PODEMOS EMBARAZAR DE FORMA NATURAL ni comiendo toda la maca del perú!
Abstengánse los que me aconsejan cambiar de marido, por favor.
El año que viene cumplo 38 años. Me pesa cumplir años pero por ahora mis óvulos se fertilizan y producen embriones de buena calidad. Estoy atendiéndome en una clínica super archi recomendada. No me metí en cualquier lado. Averigüé muy bien antes de decidir con quién atenderme. No me han hecho estudios dolorosos innecesarios. No me hicieron perder el tiempo. Me mandaron a un banco de semen cuya directora es una bióloga reconocida que siempre está a la vanguardia en materia de estudios genéticos. Fueron muy cuidadosos a la hora de hacer las estimulaciones. Respetaron mi cuerpo y sus tiempos. Y algo muy importante: jamás fuimos un número, siempre nos atendieron con humanidad aún en momentos en los que una (harta de todo) se siente un aparato reproductor y hormonas caminando.
¿Es culpa de ellos que no me haya embarazado?
Pero algo pasó en todo este camino andado. No tengo más miedo a los tratamientos. ¡No tengo más miedo! Estoy muy cansada, sí. Me duele no haber quedado embarazada de mis embrioncitos. Pienso mil teorías que no me llevan a nada, tengo miles de preguntas que quiero  hacer y sé que muchas no tendrán respuestas.
Pero no me importa. Porque yo no quiero un master en fertilidad. Quiero embarazarme. Quiero traer un hijo al mundo.

9 de diciembre de 2014

La Roja

Llegó.
Con dolor.
Con mucho dolor, cólicos, algo espantoso.
Tomé ibuprofeno y me calmó. 
Lloré.
Me bañé como tres veces.
Me abracé a él.
Adelgacé de un saque todo lo que había engordado, desde la primera FIV de agosto hasta ahora.
Se me deshincharon los tobillos.
Se me fueron los granos.
Me volvieron algo de las fuerzas perdidas.
Y algo de curiosidad. 

7 de diciembre de 2014

Recalculando

En estos instantes todo mi cuerpo es un enorme gps que está en modo "recalculando". Esta vez la medicación (léase: Progynova + Utrogestán) sí que surtió efecto. Tengo el cuerpo totalmente parado. No menstrúo desde el 30 de octubre. Miro esa fecha en mi agenda y no puedo creer todo lo que vivimos en este último tiempo. Creo que este tratamiento fue de los más intensos para ambos.
El negativo fue una trompada al corazón. De hecho, me duele el esternón, como si me hubieran golpeado allí. Él también está destruido. Nunca lo había visto llorar ante un negativo. Esta vez lloró y pude consolarlo a pesar de que yo estaba hecha polvo. No tenemos vergüenza en llorar de a ratos.
Sé que necesito menstruar y cerrar este ciclo que no resultó.  Menstruar le dará realidad a este negativo que por ahora parece sostenido por alfileres de gancho. Parece un negativo trucho. Pero todos sabemos que la beta no miente.
Odio la calma ficticia de las hormonas externas.
Este tratamiento que creíamos que era ya no es. Se cerró.¿Por qué? No lo sabemos. ¿Fueron los embriones? ¿Fui yo? ¿Fue la estadística? ¿La mala suerte? ¿La luna en Sagitario y la puta que los parió?

6 de diciembre de 2014

9

Negativo.
Y lo que hace esta noticia peor: sigo sin menstruar. No menstruar y no estar embarazada es una sensación muy desagradable.
Es la nada misma detenida antes del vendabal.


4 de diciembre de 2014

8

Mañana es la beta. Dios mío, me estoy comiendo las paredes.
Esta vez no tuve ninguna pérdida. La menstruación no ha aparecido. Sin embargo, la medicación, en este tratamiento ha sido diferente por ser una transferencia de embriones congelados. Mantuve la Progynova y el Utrogestán durante toda la bestaespera. Las veces anteriores, sólo con el Utrogestán manchaba en el día 10 u 11. La progesterona nunca impidió que me bajara la menstruación antes de la beta. Hoy no sé qué pensar. Es la primera vez que llego a un análisis de sangre sin que me haya bajado ni una gota. De hecho, la progesterona que me pongo via vaginal ¡sale blanquísima!
No sé qué pensar. Al principio cuando sobreviví al día 10, 11, 12.... estaba asombradísima esperando la gota roja que manchara mi ropa interior. Pero no sucedió.
No tengo otros grandes síntomas. Siento algún dolorcito en la zona uterina, un poco de hinchazón de los pechos pero ni se compara con las veces que me inyecté Pregnyl. Todo esta vez ha ido muy suave.
Estoy aterrada de que esta calma sea falsa.
No sé cómo hice para aguantarme y no hacerme un Evatest.
Ay.
Por momentos, siento que el sueño es posible. Mañana mi vida pende de una llamada.
Afuera hay una luna llena increíble.